• 25 de abril de 2024 23:05

El sonido de un terremoto avisa la llegada de un tsunami

El terremoto submarino, de magnitud 9.0, que aconteció el 11 de marzo de 2011 a 43 millas de la costa de Japón, generó un tsunami de gran tamaño e inesperado, que barrió todo aquello a su paso cuando llegó a tierra firme 30 minutos más tarde. El tsunami dejó a su paso destrucción, más de 15.800 personas fallecidas, más de 6.100 heridas y más de 2.600 desaparecidas. Un panorama desolador.

Pero la esperanza y la posible solución la ha hallado Eric Dunham, profesor de Geofísica en la Universidad de Standford y su equipo, al conseguir aplicar una técnica de reconocimiento acústico desde tierra, de un terremoto producido en el mar. Esto permitiría alertar de un posible tsunami inminente.

Basándose en los datos del terremoto submarino de Japón y el posterior tsunami, estos científicos han desarrollado su investigación a través de simulaciones por ordenador, con los potentes equipos del CEES en Standford (Computational Earth and Environmental Science), para simular la forma en que los temblores hicieron que se desplazara la corteza terrestre y el océano. Usando los datos geológicos conocidos de la Fosa del Japón (donde se originó el terremoto submarino), construyeron un modelo del terremoto en alta resolución, que predijo con precisión la elevación del fondo marino, directamente relacionado con la altura de la ola, así como con las ondas de sonido que se propagan en el océano.

Con ello, han revelado que las ondas de sonido en el océano producidas por el terremoto llegaron con 15 o 20’ minutos de antelación a tierra antes de que lo hiciera el tsunami. Si estas señales hubiesen podido ser interpretadas, podrían haber ofrecido una alerta temprana de tsunami.

Además de conocer que la firma acústica del terremoto llegó con antelación a tierra, las simulaciones por ordenador también han revelado, por un lado, las condiciones de rotura específicas para que un terremoto submarino cree un gran tsunami y, por otro, producen ondas acústicas de gran amplitud.

Actualmente, existen diversos dispositivos para la detección de terremotos submarinos, pero no pueden ofrecer datos fiables de la posible formación de un tsunami, ni predecir el tamaño de la ola. Otros equipos basados en el comportamiento del océano pueden detectar que un tsunami se acerca, pero con pocos minutos de antelación.

Gracias al descubrimiento de que el sonido de un evento sísmico en el mar llega a tierra mucho antes que el tsunami (lo que conlleva conocer la firma acústica de los eventos sísmicos), se podrá crear, a nivel mundial, un sistema de alerta temprana de tsunamis, permitiendo así una acción rápida de evacuación y protección de la población. Aunque en cada zona variarán las características de la señal acústica debido a la geología del entorno local. La composición de la corteza y la orientación de las fallas en las costas de Japón, Alaska, el noroeste del Pacífico y Chile son muy diferentes.