• 18 de abril de 2024 16:11

Introducción al conjunto «Robots, cine y tecnología»

Han pasado de elementos del decorado, a personajes secundarios y de ahí a protagonistas. De hecho, constituyen uno de los paradigmas de las películas de ciencia ficción al adoptar gran cantidad de formas, desde naves espaciales hasta humanoides y, además, se adaptan perfectamente a géneros como el horror, la acción, el thriller, la comedia o el drama. Son los robots, sobre los cuales tenemos una fascinación especial, en parte, porque sobre ellos proyectamos nuestros miedos y lo más profundo de nuestro ser. En efecto, en el cine ellos constituyen nuestro alter-ego; desde las primeras películas en las que desarrollan por nosotros, los humanos, los instintos más malvados y pasiones más vergonzantes que llevamos escondidas en nuestra mente (como Engendro Mecánico[1]), hasta las más actuales donde parecen recordarnos los principios que nos hacen humanos y que hemos olvidado, como la amistad o la lealtad (como Wall-E[2] o Un amigo para Frank[3]).
[1] Donald Cammel, Demon Seed, Estados Unidos, MGM, 1977.
[2] Andrew Stanton WALL·E: batallón de limpieza. Pixar Animation Studios/Walt Disney Pictures. 2008
[3] Jake Schreier, Robot & Frank, Park Pictures, 2012

Fotograma Engendro Mecánico
Fotograma Un amigo para Frank
Fotograma Un amigo para Frank
Fotograma Wall-e
Fotograma Wall-e

Desde el punto de vista de la historia de la tecnología, no ha existido un ingenio humano como los robots, que su concepción y posteriores desarrollos hayan estado tan tremendamente influenciados por la literatura y el cine. En ciertos momentos, resulta imposible dilucidar si la técnica ha copiado del cine y de la literatura o han sido estas artes las que han utilizado estos elementos tecnológicos en sus creaciones. Por ello, la robótica es el campo donde resulta más complicado delimitar si el arte ha influido en la técnica o la técnica en el arte. Se destaca que hasta la propia acepción de robot procede de la literatura y la forma humana a la que estamos acostumbrados a distinguirlos, del cine. A partir de esto, parece que ha existido una lucha entre el arte y la tecnología en la que esta última ha intentado avanzar para cubrir las expectativas propuestas por la primera. Es como si la tecnología no quisiera decepcionarnos.

La preguntas fundamentales se centran en porqué estamos tan interesados en desarrollar los robots y qué esperamos de ellos. Las respuestas no resultan complicadas. Realmente queremos tener un nuevo tipo de esclavos cibernéticos y de ellos esperamos que se desenvuelvan perfectamente en un ambiente humano, tanto en los espacios físicos como en la relación con nosotros. Y en esto han estado trabajando todos los investigadores en robótica del mundo desde hace cincuenta años, edad oficial de esta ciencia y tecnología dentro de las ingenierías. Han pasado desde sus orígenes en los ambientes puramente industriales hasta los domésticos y asistenciales, de suerte que, en un futuro no muy lejano estaremos rodeados por ellos de alguna u otra forma. Quien sabe si en las décadas venideras se planteará una lucha por la igualdad humano-robot tal como aparece en El hombre bicentenario[1] o realmente los robots resultan la evolución natural de la humanidad como en Inteligencia Artificial[2].

[1] Chris Columbus, Bicentennial Man, Estados Unidos, Columbia Pictures/Touchstone Pictures, 1999.
[2] Steven Spilberg, A.I. Artificial Intelligence, Estados Unidos, Warner Bros. Pictures/Dreamworks Pictures/Amblin Entertainment/Stanley Kubrick Production, 2001.

Fotograma El hombre bicentenario
Fotograma El hombre bicentenario
Artificial Intelligence
Artificial Intelligence

Así, los artículos que publicaremos aquí de esta serie de «Robots, cine y tecnología», se centrarán en los robots como la tecnología futurista por excelencia en la ciencia ficción. Comenzando con la historia de la robótica, donde se presenta la evolución de estos aparatos como una tecnología real desde Archytas (428 a.C. – 347 a.C.) hasta los androides desarrollados comercialmente. Posteriormente, continuaremos con la imagen que se tiene de ellos en el cine y su reflejo en los personajes cinematográficos, finalizando con una presentación de los principios tecnológicos que los hacen posible y el grado de evolución actual.